jueves, 17 de julio de 2008

Se definió el superclásico por el penal de Cobos


Atendimos, nerviosos, cada discurso de los senadores del congreso que estaban decididiendo el destino de la resolución 125. La vivimos como si fuera un mundial, como si fuera la gran final de un torneo de meses.
El senado fue un arca de noe, con representantes de cada especie, que con mucha o poca documentación, que con mayor o menor respeto en sus palabras, que con un discurso más o menos politiquero se fueron definiendo. Y ya cuando todos habíanse manifestado, para el cierre, el senador pichetto nos despertó a todos los semidormidos televidentes, con sus enérgicas y nada solapadas referencias al verticalismo, (a la obediencia en otras palabras), al apoyo a la compañera de fórmula (a la traición en otras palabras).
Dijo que no importaba si la prensa atribuía cierta posición a alguien eso no era obice para manifestarse en contra de esa postura, porque él había pasado por eso, y lo había solucionado con una conferencia de prensa desmitiéndolo todo. (con esto, le decía a cobos, q no se preocupara si ya se había manifestado en contra de las retenciones en los medios, era solucionable),dijo tb que se puso a reflexionar sobre la persona de cobos (conocemos tu pasado, no hagas lo mismo que con el radicalismo), y apuntó que cuando la presidenta tenía alta representatividad Cobos estuvo al lado de ella (traicíón).
Todas, sus palabras, sus gestos, sus tonos de voces, eran más de patovica que de senador, eran más de canservero que de funcionario. No pudo utilizar ni siquiera el arma de la sutileza que era lo último que le quedaba. El campo linguístico, las palabras escogidas, (lo lamento, lo lamento), el enfasis selectivo, nos amedentró a todos.
Estableció una analogía perfecta entre el lock out de productores de chile en 1973 que propiciara la caída de salvador allende, con lo que estaba sucediendo en la argentina con le campo, y en medio de frases comfusas , terminó no siendo demasiado claro, si continuó hablando de uno o de otro caso.
Su intervención fue vergonzosa.
Cobos, buscó , luego de la primera votación, una válvula de escape dentro del mismo sistema para que no recayera en su cabeza la definición de un conflicto extremadamente trascendental. Sin embargo, los senadores no aceptaron el cuarto intermedio, y en la segunda votación no variaron sus posiciones, por lo que la decisión recayó finalmente en él.
Una decisión dificil, pero con mucho sentido común. Y osada para un vicepresidente en un país donde reina el hiperpresidencialismo, y ahora de parejas.
Foto de Gaby Herbstein.

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