jueves, 24 de diciembre de 2009

Saludos



Feliz Navidad les desea Copacaravana
Fotografía de Flavia Da Rin

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Martitas Blue


Luces fucsia las delatan. La gente espera ansiosa el show, es una sala chica en el árbol de galeano. Todos sentados en hileras y filas como si fuéramos a ver una película.
Es que claro el show de las martitas blues, promete más que buena música, también traen material audiovisual, videoclips de Manuel Soria, Vilaró Nadal, Lucìa Palenzuela.
Los talentos que se reúnen en el escenario no son solo las voces.
Empieza la función, las chicas saludan, son 7 o 9 , por momentos pierdo la cuenta, todas arregladas, de vestiditos naif. Hablan juntas, se interrumpen. El mundo de las mujeres en todas sus variantes y límites se encuentra ahí.
Voces dulces, duetos, solos, otras veces cantan casi todas. Una invitada especial Coco Montealegre, trae reggae,e interpreta three little birds con comodidad. Tan callada, que estaba, sentada sobre un parlante moviendo los pies que no le llegaban al suelo.
Verónica Paz con adorable paciencia y mucho talento interpreta tema propio, "play" y algunos de Regina Spektor, (como music box), y dixie chicks.
Juliana Isas directora, se luce, al principio tímida, con el violín, y muchos otros instrumentos que se le cruzan por la noche y con Lucía Palenzuela canta en un portugués lento suave. Casi bailan esas voces enlazadas.
Las hermanas Matheus llenan de firuletes el escenario, con intervenciones dulces, profundas. Y Ana en la percusión se lleva muchos de los aplausos del público, cuando comienza a desatar una histeria apasionada con tambora tambora, un candombe uruguayo que mueve hasta los cimientos de la sala.
Una chica con nombre de Hada, brilla también con su viola.
Es una noche de agradables burbujas y color rosado, de gotitas de papel brillante que atraen las luces. Está representado ahí todo el universo de las chicas en todos los sentidos que se le puede dar a la palabra. Si existiera Puig hubiera querido ser una de ellas en sus libros.
Mágico.

Regina Spektor Music box

domingo, 13 de diciembre de 2009

El terror del coro de ángeles


Cuando era chica, a mi madre se le ocurrió que debía ir a un coro. Y yo debe ser que había escuchado la expresión coro de ángeles, , porque cada vez que me repetía la idea, yo pensaba en una sala blanca llena de niños rubios, con túnicas blancas y antorchas en las manos. Una maquinaria musical pero de querubies.
Me daba terror.
En algún momento debe haber aceptado, y allí estaba parada en primera fila en la zona de los mezzosopranos, moviendo la boca.
Nos vestían con un jumper negro con vivos rojos, camisa blanca cancanes rojos de lana y una boina también roja. Me acuerdo del calor, y de la transpiración de la cabeza, que hacía que la boina se resbalara.
En cierto sentido era una exposición odiosa. Pero música como la de ese coro de niños no volví a escuchar.
Cantabamos en portugués, en latín, en alemán y hasta en japonés, una canción hermosísima llamada sakura que hablaba de duraznos en flor, y otra en un lenguaje inventado que era de una mariposa y un mariposón.
Fotografía Flavia Da Rin

sábado, 12 de diciembre de 2009

Grafía de fotos


Fotografía Sebastián Gonzalez. Tucumán.De la serie colectiva Tucumán en Imágenes.

Día pesado


Salíamos a las 5.50 am a una asamblea en Amaicha del Valle. Me acuesto a dormir, sin poder dejar de leer un cuento más de un tal lucas...Me debo haber dormido como a la 1. A las 4.30 suena mi teléfono, aunque no lo recuerdo, mi mente se despierta recién cuando tengo el celular en la mano, y estoy pidiendo disculpas a la coordinadora por haberme dormido. Me dice que que todavía no es la hora. Y que por la tormenta se suspende el viaje hasta nuevo aviso. Quizás a las 6 se defina.
A las 6.30 pongo el despertador, mando un mensaje preguntando si ya puedo dormir tranquila, de un solo tirón hasta las 12 y me informan que en media hora tengo que estar en las estaciones mellizas para partir y que es probable que nos quedemos a pasar la noche en los Valles. LLamo a Pia para avisarle, aunque no se si tengo bien anotado su número.
Me levanto a los manotazos,pongo un piyama de verano en mi cartera. Me voy semidormida. Llego a las estaciones gemelas y no hay nadie. Se fueron a las 5.30, conmigo.
Fotografía Julieta Anaut. Ofelia en el cristalino arroyo.

Manzanas y no manzanas. Números y sin números


Siempre me ha producido un enorme encanto escuchar que la gente vive en un barrio tanto, casa x manzana x.Es que en mi mente la manzana 1, 2 , 3 , la que sea, aparece como redonda fruta madura, roja, tan brillante como en el cuentos de la blancanieves. No hay una sola vez en la que no me la imagine de esa manera, en total abandono del la cadrícula parcelaria de catastro.
Vivir en una manzana...
Todo lo contrario me pasa cuando oigo decir a un niño que su escuela tiene número, pero no nombre. Es que a nadie debe gustarle ir a las escuela 397, o 156. Es como si fueran para presidiarios y no para infantes. Habiendo tantos nombres de fantasías para ponerles, como "Reinado", "La tierra de las abichuelas", o "día de sol", no se explica la falta de genio de los señores nombradores.
Ni qué decir de cuando me entero de la situación de aquellos que viven en calle S/N y s/n, sin nombre y sin número. Es como si las coordenadas no existieran, como si el lugar en el que habitan en el mundo desapareciera tras esas referencias vacias de todo. Indican un no lugar, que deja de existir aún cuando se lo nombra, contrariando a todos los especialistas de la ontología del lenguaje y sus derivados.
Fotografía de Gaspar Rodriguez Campos. Tucumán

jueves, 10 de diciembre de 2009

SE VIENE

miércoles, 9 de diciembre de 2009

La necesidad de los paraguas


Los neoyorquinos tienen buen humor.Las argentinas no tanto
Habíamos salidos al teatro caminando, elegantes. Las dos hermanas solas.
El paso obligado por Time Square, vista de reojo a los anuncios. Y llegada a tiempo a la fila para ver la obra en Broadway.
Hermosa la presentación, aplausos, lágrimas de emoción, "te dije que no nos arepentiríamos" y todos esos comentarios que a uno lo halagan por haber tomado la decisión correcta. Salimos flotando en una nube de canciones de bajo el mar, de colores, y trajes de lentejuelas y fluor.
Apenas pusimos un pie fuera del edificio, nos dimos de lleno con una circunstancia no tenida en cuenta. Estaba lloviendo. Salimos enojadas, pensando que nos podría haber pasado cualquier otro día, no justo cuando nos habíamos dispuesto a usar las mejores ropas, los peinados, cuando necesitábamos caminar airosas, hermosas, en un viaje en el que habíamos andado demacradas.
A las cenicientas el tiempo se les había terminado. La vuelta al hotel, saltando charcos y maldiciendo los tacos altos.
Un vendedor de paraguas se nos acercó ofreciendo umbrellas por 30 dollars. Le dije que - no, thanks very, very much.
Me contestó entre risas en un inglés apurado. -Es cierto ¿para qué quiere alguien un paraguas una noche como ésta?

Grafía de fotos


El cadillal. ¿Alice in Wonderland? Alicia en el país de las maravillas. Un ajedrez gigante para piezas humanas.
Foto Pilar Elloriaga. De la Serie colectiva Tucumán en Imágenes.

martes, 8 de diciembre de 2009

La recibida más grande de la historia




La primera hora del parcial permitía la concentración ideal. Pero a medida que se acercaba el momento, se escuchaban cornetas, cánticos de hinchadas que iban llegando a apoyar a los recibidos.
El anfiteatro estaba custodiado por policías. Y la puerta principal, por donde habían entrado, estaba clausurada. En su lugar, se había habilitado la de emergencia que estaba en las alturas, y la abrían y cerraba cada vez que alguien salía. El oficial obligaba a esperar, para que la evacuación fuera de a uno.
El valiente que se enfrentaba al público de todos los familiares armados con la artillería podrida de las recibidas, era lanzado al vacío, y la multitud que lo esperaba gritaba ávida de sangre, como si recibiese un gladiador por enfrentar a los leones.
El campus de la quinta parecía un campo de marte. Había focos de ataque cada dos metros, y el pastiche era tan grande que no faltaban los casos en que atacantes de un ronda eran alcanzados por huevos o basuras de otra ronda. Abuelas dañadas, tías enchastradas enojadísimas, hasta bebés atiborrados de polenta.
Había polvo de harina por todos lados, que creaba una neblina digna de las películas bélicas en escocia.
Cuando una madre fue alcanzada por un huevo que le hundió un ojo, fue el acabose. La liga de ama de casas que andaba festejando también la recibida de sus hijos los doctores, tomaron las armas y comenzaron a bombardear con la basura que sobraba o con los ingredientes que iban a ser tirados a los que todavía no habían salido de rendir.
Ahí empezó tal confusión que hasta los policías quedaron en el medio de la batalla empapados, hediondos. Los profesores decidieron salir a remplazar a la autoridad, y sucumbieron en la podredumbre generalizada. Hay quienes dicen que uno de ellos, terminó nadando en un charco de barro, vinagre y vino barato.
Cuando salieron de rendir los últimos estudiantes, no había qué tirarles, pero tampoco había quién les tirase nada, todo el público se había convertido en posibles recibidos que no se distinguían de los verdaderos. Ese día la caravana de los inmundos fue la más larga del mundo. Dicen los que cuentan el mito que si uno va por la quinta agronómica todavía puede ver los autos que siguen pasando con los baúles abiertos y las moscas escoltándolos.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Grafía de Fotos


foto de Fabían Rizo. Tucumán. De la serie colectiva Tucumán en imágenes

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Café


Nos contábamos los sueños de día, envenenándolos en un café expresso, o envenenándonos nosotros, si no nos creíamos merecedores de otra cosa.

Imágenes del amor


Los hipopótamos se besan como en un acto de cocción. Si uno no los conociera pensaría: Cielos!barriletes grises, dirigibles. Pero no, son dos hipopótamos consumidos por los besos y el amor.
Imagen Ron Mueck

lunes, 16 de noviembre de 2009

El desuso de las puertas



Una maestra le informa con seriedad ampulosa a una madre que se vio obligada a aplicar penitencia al gordito que se para delante de ellas avergonzado.
-Es que se salió por la ventana, explica.
y agrega - Yo siempre les insisto, ¿para qué están las puertas si ustedes salen por las ventanas?
La madre la apoya como si el argumento fuese el más lógico del mundo. Como si los niños pudieran ser los responsables del desuetudode las puertas, como si su pérdida de vigencia fuese un atentado contra la misma esencia de esa abertura.
Si un día todos aprendiéramos la sana y hermosa costumbre de levantarnos la falta o el ruedo para dar un salto al otro lado del edificio, enhorabuena.
El mundo sería de saltimbanquis y cada vez que se abriera una persiana uno adquiriría el reflejo de correrse como si fuera un garaje, para evitar que de sopetón le caiga un vecino encima.
Habría estilos de salto: con obstáculos, con maletín, con bicicletas, con niños, con bebés y hasta con sillas de ruedas.
Sería el festín de las langostas urbanas.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Todos los caminos llevan a Disney


Se murió Mickey Jackson me dijo la señora que trabaja en mi casa. Y cómo al principio no entendí, estuve a punte de corregirle y decirle, ahh, Michael Jackson. Me retuve.
Después me contó que era fanática de él en su adolescencia, que lo adoraba. Me alegré más aún de no haber abierto mi bocota, mirá si encima la dejaba sin su recuerdo. Michael, Mickey, después de todo a Jackson le hubiera gustado el rebautizo.

El por qué de los senos abultados


Miami es una ciudad de plástico y de excesos en las comidas, en las seducciones, en los autos, en las luces, en las vidrieras.
Sólo en sus tiendas se pueden ver generosidades lactosas como éstas. Los bebés americanos se deleitan. Creen que se trata de una campaña para la lactancia materna.
La tiranía de los bebés se exacerba. Los padres los apoyan.

Memoria genética de un árabe


Anoche soñé con Narda Lepes, le conté que me gustaba el wasabi, me dijo que no era común encontrar entre los jóvenes, amantes del rábano picante. Le dije que tambíen me gustaba el jengibre en el jugo de naranja y en la limonada, después de que Memi me convenciera en un bar de palermo, de que probara los tragos gourmet de la casa.Me sentí vieja. Cuando me levanté me acordé de la teoría de las rencarnaciones. Quizás en otra vida fui un mercader de especias en Argelia.

sábado, 31 de octubre de 2009

El misterio del antiguo dueño del libro


Me encantan los libros usados porque aunque aparenten estar limpios, siempre, bueno, generalmente, entre las paginas 87 a 103 guardan marcas de otros lectores. Pareciera que pueden resistirse a no escribirlos durante las primeras 86 hojas, pensando en venderlos en Los Primos o en algún otro puesto de segunda mano, pero de repente los asalta la madurez misma de la historia y los obliga a subrayarlos. Y es esa marca de lápiz, o lapicera o esa palabra anotada al margen, la que vuelve a la hoja viva. Se entabla una conversación con el pasado de alguien. Sobreviene una tarea de detectives.
Quién fue?, porqué resaltó lo que resaltó?, le gustó? o aborreció justo esta línea?
Traje de una casa de estudiantes en Sudáfrica un libro en inglés que me fascinó, prometí leerlo y dejarlo antes de partir, pero era tan subyugante que no pude. y entre arrepentirme de no tenerlo y arrepentirme por llevármelo, preferí lo segundo y cometí el ilícito más justificado de todos los tiempos.
Estaba nuevo, inmaculado, o por lo menos hasta que descubrí letras, anotaciones rojas, subrayados desprolijos y torpes.
Mientras los leía por las noches, en esa soledad de un país de leones y ardillas en los jardines, soslayaba esas partes por el terror que me producía imaginarme un desquicio mental del antiguo lector. Fantaseaba con que ese extraño había tenido que abandonar la Ciudad del Cabo antes de tiempo en un barco de madrugada, dejando el libro inconcluso, o que había sido repatriado por algún delito grave.
Mientras avanzaba en la historia tenía más miedo, y miraba hacia la otra cama donde dormía mi compañera coreana de cuarto, y ver su cara distendida por el sueño, me hacía entender que las cosas podían ser más normales de lo que imaginaba.
Sin embargo oscilaba entre pensar lo peor y volver a tranquilizarme. Siempre el terror me repugnó y me produjo una especie de adicción.
Y así y todo decidí traerme el libro de Zafrán Foer, corriendo el riesgo de cualquier maldición.
El día que me volvía a la Argentina, estaba revisando los últimos cajones para no olvidar nada y encontré un sobre color madera. los amigos, que estaba acompañándome en el ritual de la despedida, pidieron que los abriera. Di un salto apenas vi lo que tenían: eras tres fotos carnet de chicos entre colorados y rubios. Me contaron que eran los holandeses que dormían antes de que yo llegara en ese cuarto y que eran dueños del libro. Por si acaso, me traje las fotos y las pegué en mi agenda como cabezas de muñecos de vudú. No vaya a ser que me ganen de mano y cobren alguna venganza.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Grafías de fotos

Foto de Benjamín Arnedo. Tucumán

To see or not to see y la trsiteza



Desde abril, caminé la calle Crisóstomo 263 veces. La calle a la que alguna vez llamé la más triste de todas las calles.
Pero esta vez había una tienda deliciosa que me obligaba a caminar torciendo la cabeza de costado. Era un negocio de películas clásicas y de cine independiente, prolijamente ordenadas en repisas como si fuera un cineclub petrificado en los 70. Todo adentro era ocre, con una veladura que la hacía impenetrable para el transeúnte apurado. Detenerse a mirarla obligaba a juntar las manos a la altura de los ojos y formar un pequeño toldo que acaparase oscuridad.
Y aunque me esperaban en tribunales, podía quedarme horas leyendo título por título, formando una lista de preferencias para comprarlas, que se desvanecía apenas encontraba "esa otro" que era mejor que la tercera pero inferior a la cuarta. Y ahí comenzaba el ordenamiento de nuevo.
Leerlos, era todo lo que no pasa con un estreno. No había anticipación, Era pura retrospectiva. Porque aunque no las hubiera visto antes, estaban, de seguro, en el inconsciente colectivo.
Nunca me decidía a pasar el umbral y elegir alguna, comprarla, llevarla a casa. Es que siempre me he preguntado si se deben comprar las películas que aún no se han visto o uno debe hacerlo recién después de vistas, cuando ya son seleccionadas y pasan a formar parte de la cinemateca estructural que llevamos dentro.
¿comprar para conocer o conocer para atesorar lo que ya se conoce?
Las dejé a todas esas viejas películas esperando a que yo tomara una posición casi filosófica.
Ayer pasé y la tienda estaba vacía. Un cartel muy grande decía: Se alquila. (el local ,no las películas).
Hoy volví a pensar que esa calle, la calle Crisóstomo, es una de las más tristes, más tristes de del mundo.

miércoles, 7 de octubre de 2009

comida de astronautas


Hoy los yogures Ser son el antecedente más proximo a la comida de astronautas. Los sabores son: tarta de frutas, lemon pie, cheesecake, sorrentinos de nueces y rockefort con sala mixta,copa de lagostinos con salsa golf, sushi con salsa de wasabi, pero todos son cremas blancas, envasadas en potes del mismo tamaño que se pueden guardar en la heladera en hileras uniformes, como las sandías cuadradas de los chinos.
Foto robada del facebook de uno amigo. Estaba muy buena, perdón. Creo que es de Fran

Grafias de Fotos


Foto de BENJAMIN ARNEDO (Tucumán) à la George Meiles

martes, 6 de octubre de 2009

Cara de payaso triste (Edith Piaf)


Caro de payaso triste, tristísimo
con las cejas dibujadas por
un crayon torpe.
Cuerpo desgarvado,y pequeño
¿desde donde sale tanta voz?

(Edith Piaf. La petite que reste dans le bras de St. Terese de Lisieux.)

domingo, 27 de septiembre de 2009

Tautologías

Los lenguajes hablan mucho de la idiosincrasia de quien los utilizan. Los brasileños son naturistas , a la vertical, la denominan planta bananeira. Los que hablamos español llamamos macho y hembra a un tipo de enchufe, gato al elevador de autos, tortugas a las lámparas semi redondas. Es que la selva de un país tropical parece inspirarnos.
Los franceses son más aún gráficos, ya diríamos conceptuales concretos: a las mochilas las dicen sac à dos (bolsa en la espalda).A las nuevas olas de las vanguardias: nouvelle vague.
Los de habla inglesa también tienen sus vicios, llaman a las albondigas..meatball, ¿cómo explicar qué son si en su nombre ya tienen "bola y tienen carne"?tautologìas...

sábado, 12 de septiembre de 2009

oh! cielos!

Foto de Virginia Coronel.Tucumán

miércoles, 9 de septiembre de 2009

prejuicios

Muy bueno, inspirado en la nube errante

martes, 8 de septiembre de 2009

subasta de ojos


Tengo araña en los ojos desde ayer. Se me sellaron. No quieren abrir. Buscan ser vendidos como patrimonio ocular.

binoculares


Estaba sentada,
mirando al frente con cara de nada.
Vista desde arriba
era una silla de carne,
pero ella no lo sabía.
Vista desde abajo tenía la nariz
de un cochino amenazante
y los dedos del pie aplastados
contra el piso.
De repente suspiró
y se empañó todo su alrededor.
No supimos si fue por amor o dolor agudo.
Pero sospechamos alivio y escarapatapas.
Se levantó, miro hacia la ventana,
hacia la puerta,
en todas direcciones.
Tuvo la sensación
de que estaba siendo vigilada.

Lo que cada uno quiere ser

No quiero ser una reina, prefiero ser un traje espacial de buena calidad y de uso frecuente, de un hombre no muy entrado en carnes, o de una mujer lejos de dar a luz. Quiero ser plateada.
Para leer escuchando Wu Dance Company - Be Patient

lunes, 31 de agosto de 2009

Levitación


Foto de Lucía Palenzuela

New York nunca duerme (aguafuerte)


Nueva York nunca duerme. Pero en realidad cabecea. Es que las luces no se apagan nunca. Los edificios quedan iluminados toda la noche, para dar la sensación de que la vida sigue fluyendo dentro de ellos.
Llegan las 12 de la noche, y la ciudad se aquieta, los homeless salen a recorren las calles, y los camiones proveedores despliegan unas cintas desde sus cabinas a las veredas, por donde corren las cajas de mercadería como por arte de magia, justo hasta las puertas de los locales de comida.
Los recolectores de basura también desfilan, en medio del canto de las sirenas de bomberos. Las bolsas de consorcio, gordas, inmensas, apestadas hacen fila en la vereda como quien espera un colectivo.
De la boca de los subtes, de las alcantarillas, sale un humo blanco, que empaña los carteles, y envuelve de misterio la calle, haciéndola pasar por un escenario de novela policial.
Los agentes del orden, se reúnen en una esquina, y posan para las fotos de los turistas tardíos que demoran la hora de irse a dormir.
Las reposeras y sillas, que alguna alma bondadosa deja en las verredas, están repletas de comensales callejeros que no resisten tener su cena a la luz de los anuncios.
Los edificios se tiñen , mutan, se escriben. Los leds son tan potentes que alrededor de los carteles, todo se ve como envuelto en un aura. Si los frentes son espejados, repiten la imagen, que a su vez está reflejando otro edificio espejado, que a su vez se refleja en otro, y así, un laberinto velazqueño se vuelve indescifrable.
Loa autos pasan a toda velocidad, no respetando los semáforos de esas horas, y los peatones apurados se tiran sobre las calles, suicidas. Son aprendidos por bocinas nauseabundas, pero no se inmutan, a esas horas se han convertido en zombies.
Hay baches en las calles, hay agua derramada de la lluvia tan común en Manhattan.
Los puestitos callejeros venden todo con pita, shi keback, gyros, falafel. Los carteles los anuncian deliciosos.
Como a la 1 am, la energía de la ciudad decae, todos empiezan a alejarse de la atracción magnética del Time Square. Las tribunas se despoblan y la gente se dispersa en todas las direcciones. Tomará el metro, o el tren en Porth authority, o caminarán hasta sus casas, se irán maldiciendo el momento en que se tienen que despedir de esa alucinación colectiva. Soñarán después que corren por un campo con ovejas y cabras. Y por las mañanas contarán a sus compañeros de trabajo la pesadilla, después de un buen latte caliente, para que no se cumpla.

domingo, 23 de agosto de 2009

Viaje de los tres hermanos a NY. Cita a ciegas


Las citas a ciega nuca fueron buenas. Comer comida china a ciegas puede ser incluso peligroso.
Nos habíamos quedado con antojo desde el día que visitamos Chinatown y comimos en Burguer King por necesidad.
Compramos en los Chinos de al lado del hotel, un cóctel de noddles de pollo, chop suey ,alitas de pollo fritas, y menjunje que encontrábamos apetitoso.
Subimos a la habitación a comer. Armamos una mesita ratona, con la mesa de luz, y nos sentamos en la alfombra con la tele prendida . Afortunadamente en el restaurant nos dieron cubiertos, así que no hubo que renegar con palitos. Y por lo tanto el ritmo de aceleración en cada bocado era proporcional a lo rico que estaban los platos.
Los sabores eran alabados. Buenas mezclas, buenas texturas. Los platos eran perfectos, gastronómicamente impecables. Todos los comensales coincidíamos. A medida que masticábamos, la armonía se apoderaba de nuestras bocas.
Pero de repente, anticipándose, un sabor picante empezó a interrumpir, a contaminar mi paladar. Por mucho que yo intentara ignorarlo allí estaba, picando. Mi cara me debe haber delatado, porque mis hermanos que estaba concentrados en sus platos, comenzaron a mirarme. Y ante mis gestos comenzaron a reírse.
Me puse roja.
Y fueron dos segundos, y una semilla o una vaina se reventó en mi boca. Splashhh .
Desprendió un líquido negro (al entender de mi boca), que como petróleo amortiguaba mi lengua mientras corría.
Se terminó el romanticismo con la comida china, y tuve que correr al baño a escupir y fregarme la lengua con el cepillo de dientes. Dejé a los demás no entendiendo muy bien lo abrupto de mis movimientos.
Pensé que había quedado lastimada para siempre, que nunca más volvería a sentir nada por otra comida.
Me arrepentí de la cita a ciegas con China, del fácil convencimiento. Me sentí tonta de saberme enamorada a los 23 en una ciudad como Nueva York que promete tanto.
Hay que hacerle más caso a mi Tía Perla Madonna, que cuando viaja come su lata de sardinas. Quizás no se enamora seguido, pero seguro, nunca , pero nunca sale mal herida.
Foto Gaby Herbstein

El aburrimiento de leer un Boletín Oficial. Sus peligros


Hubo una ciudad donde el boletín oficial tenía tal importancia, que si alguien dejaba de leerlo, podía perder el control de su situación patrimonial, porque no se enteraba de la quiebra de algún deudor, la sucesión de otro, etc.
Los abogados se percataron de que podían advertir a sus clientes de las noticias publicadas y ser los intermediarios de esos edictos ríspidos y aburridos.
En un principio seguían atentos la lectura de cada aviso, pero los datos eran tan tediosos que los letrados caían en una monotonía visual, y perdían el hilo, y perdían el juicio.
Entonces decidieron contratar secretarias hermosísimas para leer los jeroglíficos oficiales. Pensaron que sus encéfalos inmaculados serían capaces de no dejar escapar detalle. Pero las señoritas encontraban la tarea tortuosa y mentían informes enteros, acerca de lo que encontraban en los boletines. Lo que hacían era más bien literatura de ficción.
En el sindicato de señoritas hermosísimas, del que salen la mayoría de las secretarias, corrìan rumores de que algunas sub contrataban chicos de las mensajerías entrenados en las señales de tránsito, quienes, al igual que ellas, solían aplicar una mirada rápida al papel y se desentendían.
Los errores aumentaban, y también crecían las pérdidas para toda la cadena de intérpretes del B.o.
Un día un visionario diseñó un programa llamado BOA, por sus siglas, que implicaba una base de datos de nombres de clientes y un lector digital del boletín. Cada vez que encontraba una coincidencia, emitía una alarma, guardaba la información en el sistema, le mandaba un correo al cliente, y le imprimía una notificación al abogado que era trasladada luego hasta su escritorio, por una cinta automática.
Pero con el programa vinieron los técnicos, los manuales de uso y las clases para enseñar a manejarlo, las computadoras que lo incluían y las que no, las licencias originales, las copias piratas, los inspectores, los delitos, los decomisos, los derechos de autor, los registros, las patentes, las franquicias, los sobreprecios, las leyes de la oferta y la demanda, las actualizaciones, las nuevas funciones, y las señoritas hermosísimas encargados de venderlos, que siempre cometían errores.
Vino tanto lio à la pandora, que los abogados decidieron, cerrar la caja, buscar los boletines en papel, y leerlos todas las mañanas mientras tomaban café. Así es como los abogados hoy son los reyes indiscutibles de los edictos ríspidos, tediosos que provocan monotonía visual y bostezos.

lunes, 10 de agosto de 2009

Conversación de amigos


Gonzalo charla con Alejo después de rendir. Está exhausto y se entrega a los vaivenes de la conversación dócil, porque ya pasó lo peor.
Alejo- ¿Cuánto crees que sale un loro?
Gonzalo- a ver... 30, 40 pesos?
Alejo- Noo! 1500 pesos
Gonzalo- Pero ¿qué es polígloto?

sábado, 1 de agosto de 2009

Ihering en el Museo


El Museo de Historia Natural es un monstruo lleno de objetos de colección biológica. Sus paredes son muros interminables, cargados de esqueletos, osamentos y caparazones. Los peces, crustáceos y anfibios que lo habitan, viven en una eterna incubación de rebelión. Desnudos frente a una luz que los destiñe, en posiciones colostópicas, pierden la dignidad de seres naturales y alimentan el oscuro secreto de la revolución armada.
Los mamíferos y ovíparos, que en otras épocas pasaron las mismas penurias, ganaron ya esa lucha. Los cadáveres de sus coespecimenes fueron retirados y en su lugar se empotraron muñecos de fibra y pelaje sintético. A pedido de los interesados, se los dispuso en poses de caza, de lucha animal, de pastaje. Y se prohibieron las escenas de apariamiento, incluso las con fines reproductivos,las de onanismo, así como las actividades de defecacción o micción orinal.
La familia de los Sauros, a pesar de su indiscutida tradición en el museo, y su pre
permanencia temporal, perdieron todos los derechos con la extinsión. Las autoridades, ante los reclamos de otras especies descendientes de esta estirpe, se resguardaron en su falta de legitimidad por no ser deudos directos, y en la inexistencia de derecho de los muertos, como facultad per se .
El día que evolucione el derecho animal quizás se pueda hacer algo por los esqueletos embalsamados, por parte de los interesados que vayan más allá del cuarto grado de consanguineidad, como el boxer argentino heredero de sus dentaduras, o por los elefantes que legaron su porte, o por el león que es el sucesor directo del tiranosaurio Rex en la Jungla. Mientras tanto, los restos de esos gigantes aparecen en películas infantiles, cobrando vida, y hay quienes todavía dudan si las regalías van a parar a algún continuador de los cuasantes.

miércoles, 29 de julio de 2009

Buenos Aires, monstruo dormido y engripado


Para empezar el viaje de los tres hermanos hacia Nueva York teníamos que pasar varias pruebas difíciles. En primer lugar en Buenos Aires la espera era de varias horas entre aeroparque y ezeiza y no valía la pena ir a un hostel por 7 horas. Lo ideal hubiera sido un telo o cualquier alojamiento por horas, pero de solo imaginar que la recepcionista fantaseara con un menage a trois nos revolvía el estómago.
El centro era nuestra parada para matar el tiempo, pero la gripe porcina nos cercaba los lugares donde esperar.Vagabundeamos mientras pudimos.
Terminamos la primera parte de la noche con un café y un brownie agradable, luego de ir a un cine freak, freak por el público más que por la película,(dos inmigrantes peruanos escapando del control aduanero, un anciano con una jovencita erótica con peores intenciones, un travesti tímido, y una dark y su novio nerd)más nosotros devenidos en homeless.
New York nunca duerme pero Baires sí. Fuimos caminando contrareloj, metiéndonos en bares que cerraban una hora y media hora más tarde, haciendo un camino inverso al tiempo que avanzaba. Obviabamos los derechos laborales de nuestro prójimo para estar protegidos en ese monstruo dormido.

Desaparece


Una ciudad apagada desde el cielo desaparece. Se convierte en una mosca negra asentada en una masa de miel desparramada. Por eso los alcaldes en tiempo de guerra pedían a la población que apagara todas las luces para ocultarse en la geografía. Callada y oscura dejaba de existir para los enemigos.
Imagen by Gaby Herbstein.

Rizos


Sigue jugando el futbolista que se golpeó la cabeza. Le pusieron una red y una rodillera azul para que no sangre por la herida. De repente le cae un rulo grisáceo, es un seso rizado, se lo acomoda y corre detrás de la pelota.

viernes, 3 de julio de 2009

Pinzas cerebrales


Cuando nos separan 25 hs del parcial ya no puedo seguir en carrera, es que no me funcionan las pinzas cerebrales y la información fluye por la nariz, por la espalda, por las pestañas, pero en la mente no queda nada.

Definiciones


¿Si te pega un chorro de soda, vos decís que es un golpe de energía hidráulica?

miércoles, 1 de julio de 2009

Ocio creativo


¿Cuál es la mejor parte de las vacaciones?
-La desconexión cerebral
-Yo opino lo contrario,es saturar la mente. Hay que empezar la maratón de lecturas para compensar lo burocrático del año.
-Como quieras. Me voy a dormir una siesta.

Qué buenos los coreanitos



Hacía mucho que no leía una invitación a una muestra tan efectiva. La magia del marketing.
http://images.google.com.ar/imgres?imgurl=http://www.mnba.org.ar/images_obras/temp_garabito.jpg&imgrefurl=http://www.mnba.org.ar/exposiciones_temporales.php%3Fexp%3D2&usg=__V9Mj8x3GcC0nCQIIzDuX_QPppk8=&h=115&w=115&sz=5&hl=es&start=11&um=1&tbnid=pY6oOHz22Kmo6M:&tbnh=87&tbnw=87&prev=/images%3Fq%3Dgarabito%26hl%3Des%26sa%3DN%26um%3D1

viernes, 12 de junio de 2009

Las palabras prohibidas y el mundo patas para arriba y


Yo tenía doce años y una amiga me invitó a tomar el té. No me animé a decirle que sólo me gustaba la leche chocolatada, porque quizás se ofendía, y me preparé mentalmente para aceptar una humeante taza de líquido marrón, que en ese momento relacionaba con las gripes y las abuelas. Llegué puntual a la cita, y cuando entramos al living me di con la gran sorpresa de que en la mesa había gaseosas, papas fritas y galletas negras con relleno blanco. El té nunca apareció. Ahí aprendí que tomarlo era merendar, pero como la palabra mer.... suena a merenderos quizás ( de esos que hay al borde de una ruta para que los campanellis se sienten a comer un asado en familia, o a tomar mate)estaba totalmente prohibida. Ese té que nunca tomé fue el más revelador de mi vida. Como el que invita el conejo a Alicia en el país de las Maravillas, donde todo tiene una lógica invertida.
Hay autores que hablan de la anemia del lenguaje. Pero en realidad estamos ante un fenómeno mucho peor: La anorexia del vocabulario.
Hoy hablar con pocos términos, lejos de ser una fatalidad inevitable, es una decisión deliberda, o al menos es el resultado del dictamen de alguien que elige por el resto cómo se va hablar.
Es que existe una especie de censura frente a ciertos términos, que restringe y dictamina cuáles son aceptables y cúales no.
Wittgenstein hablaba de los juegos del lenguaje, entendidos como discursos que pertenecen a diferentes campos y que responden a reglas propias, convenicionales, sólo compartidas por quienes estan inmeros en él. Así los abogados se manejarían con su propio léxico, los periodistas con el suyo, y los adolescentes con otro, por ejemplo.
Pero sucede que hoy los juegos no se dividen simplemente en grupos profesionales o generacionales que compartan un origen común, tradiciones o conceptos herméticos. Hoy la diferencia es también de clases, y no es que el fantasma de Marx me esté susurrando al oído mientras escribo. Lo cierto es que en nuestra sociedad, se rinde culto a ciertos términos o frases como colorado,tomar el té, monísimo, y unos cuantos más (no muchos más porque justamente estamos hablando de anorexia del vocabulario), como si fueran emblemas de pertenencia a cierto sector socio-cultural.
Palabras tan útiles como "cenar", por ejemplo son vituperadas, y en su lugar debe usarse el genérico, multiuso, e impreciso "comer". Al punto que si uno quiere proponer una invitación a otro para una injesta conjunta el día siguiente, se ve expuesto a que el agasajado entienda que el convité es al mediodía o a la noche. Si éste osara a formular la pregunta aclaratoria con el término cena, seguramente dejaría de ser invitado.
Y entiendo que alguien que se reconazca en ese exclusivo grupos de reprimidos verbales, ya debe estar irritado, a esta altura, por leer palabras como "agasajado", "convité", "injesta", y muchas otras.
Es mala palabra decir "desgustar", "afirmarse", "yo deseo", "me apetece", "precioso", "bello", "hermoso" ,"delicioso", "delicado", "apacible", "gaseosas", "abonar", "rojo", "cabello", "fallecer" . En su lugar se debe utilizar "me gusta", "no me gusta", "está bueno", "no está bueno", "es lindo", "divino", "coca", "pagar", "colorado", "comer", "enojarse".
Son quizás las personas menos instruídas de la sociedad quienes hablan con un espectro más amplio de términos, y no quienes se suponen que tienen mayores oportunidades culturales y educativas.
Es verdad que como decía de nuevo mi amigo Wittgenstein, y Jean-Baptiste de Monet de Lamarck(desde la biología), el uso hace a la lengua, o al órgano. Pero, reducirnos a utilizar un paupérrimo conjunto de palabras para aparentar títulos nobiliarios, linaje, castas, prosapia ,¿no es el colmo de la tilinguería?.
Cuando la pobreza idiomática es intencional, es snobismo, y es buscada, ahí si que estamos en el principio donde comienza el fin, y no solamente el mundo del sueño de Alicia, que afortunadamente desaparece apenas ella de despierta.

jueves, 11 de junio de 2009

Entonces Sócrates es mortal


Decidimos llevar a los niños al museo. Estaban de visitas y había que mostrarles que hay vida después del off de algúna máquina electrónica. Hacía frio y se nos ocrurrió que ese era el lugar donde podrían encontrar ideas para pintar, dibujar, reyonear hasta el cansancio. Francisco experto en caricaturas, Hernán en paisajes, iban a saber entretenerse en la muestra colectiva que se presentaba esa semana.
Entraron los pequeños, con una despreocupación casi blasméfica. Es que nadie -por suerte- les había trasmitido lo del arte aurático. Cantaban, pretendían correr entre paredón y paredón y hacían su crítica a los gritos, alabando todo lo que tuviera una mínima adhesión al pop art especialmente.Un guardia de seguridad los seguía, intentando contener las carcajadas ante cada comentario de los dos expertos.
Hernán en uno de los recorridos descubrió un retrato que lo fascinó y llamó a su hermano a los gritos.
-Francisco! mirá ese viejo es igual a Menem, señalando un trabajo de Atilio Terragni, donde un barbudo de pelo blanco miraba con cara malvada.
Mi madre, preocupada por sacarlo del error, le preguntó si realmente en sus cortos 6 años conocía a carlos Saúl. y antes de obtener respuesta, le acotó, ¿no ves que el señor de la obra es igual a tu Tío abuelo René Juan?
Hernán la miró divertido y dijo:
- Francisco.... entonces somos nietos de Menem.

jueves, 4 de junio de 2009

Nao discuto... pego


Tiempos violentos

viernes, 22 de mayo de 2009

Confesiones


Dejenme encontrarme y vuelvo a la carga. Estoy desconectada.
Imagen by Charlie Harper, pero no el Charlie Harper de Two and a half men

lunes, 11 de mayo de 2009

El problema de la abuela


Nuestro jardín era tan largo que terminaba en la calle que pasaba por detrás de nuestra casa. Roberto siempre insistía en que mi madre, una señora entrada en carnes, y que caminaba con un ´bastón, recorriera todo el fondo para subirse al automóvil estacionado en el garage. Y yo siempre le decía : -Pero Roberto ¿no ves que no puede?.
Así que nos buscaba por la puerta del frente luego de dar toda la vuelta a la manzana.
Después de arreglar a la abuela, perfumarla, preparale su bastón, su pastilla y monedero, salíamos las dos a esperar el peugeot celeste.
Mirabamos calladas la vereda, los automóviles, los niños jugandos, los perros, los soderos y los repartidores, los panaderos y lecheros, las señoras barriendo, algún gato colgado del techo, un clavel del aire, dos, tres, allá hay otro, los vecinos sentados en reposera pensando en la mortalidad de los crustáceos.
Hasta que yo decía, - "Venga Mamá, entremos que este Roberto nos ha olvidado".
Fotografía de Martin Parr

Dicen que las mujeres tienen un andar...


Mientras escucho Etta James transformo mis zapatos nuevos, herencia de una abuela que calza la rareza del 35. Très jolie!

domingo, 3 de mayo de 2009

Los padres tienen la culpa de todo



Mi padre es callado, un holograma. Se mueve por la casa sin perturbar el feng shui, las energías y las ánimas que de seguro se depositan en los techos. Su voz es la del televisor, porque cuando todos callan, sabemos que él está porque sentimos un partido o el noticiero de media noche.
Los hijos conocemos sus pasos, el ruido de sus pantalones rozar el piso, la manera en que abre los picaportes. Y cada vez que adivinamos que llega, nos damos cuenta que lo conocemos un poco más y eso nos hace felices.
Un examen de mi hermana nos deparó que yo tuviera que viajar a Buenos Aires sola con él.
Mi viaje fue silencio. Mi padre se comunicaba conmigo para enterarse de que mis necesidades estuvieran satisfechas. ¿hambre, sed, frío, cansancio, museos? Porque buen padre en la preocupación, es.
Una tarde de Museo, fuimos al Nacional de Bellas Artes. Comenzamos el recorrido yo por el simbolismo, él por el academicismo, pensando yo que en algún momento del paseo nos toparíamos aunque más no sea en la unión de las peores obras para él y las peores obras para mí. El cálculo matemático, aunque no impecable era posible. Si habíamos comenzado en sentidos opuestos, por la corriente que más nos gustaba y el museo era circular, era probable, era exacto que nos reuniríamos.
Escuché en mi caminata que mi padre recibió un mensaje de mi hermana, llorando por su examen. Mi hermana para él era esa morena debilidad. Lo supuse triste y quise acercarme pero entré al salón contiguo de donde había venido el sonido del teléfono y no estaba ni en la otra sala , ni en la siguiente, ni en la continua.
Un retrato de una mujer en el Río de la Plata, me miraba apenada. "Rio rio devuelme el amor mío".
Seguí por horas sus rastros, sin encontrar nada.
Me senté en las escalinatas. Me quedé llorando. Un policía me ofreció un vaso de agua, no lo quise, no quise nada. Odié ese mundo, ese mundo y ese destino de buscarlo, de nunca toparme con él, ni en mis peores obras, ni en sus peores obras.

Pequeños seres


Para los que nos criamos buscando a Wally. La estÈTICA se pega en el inconsciente colectivo. Sé que Jung en este momento me sonrìe desde la tumba.

submundo de los mundos


Ilustrated by COPACARAVANA

Monumentos


Barrio Villa Panqueque
Desde que conozco a la gente que vive ahí querían construir una gruta a la virgencita justo en la desembocadura de la calle principal, para que desde donde uno se parasen pudieran ver a la Señora del Valle protegiendo a todos. Pero claro, no había fondos. Cuando consiguieron ayuda de cada uno de los vecinos, emprendieron la obra y al poco tiempo estuvo terminada. Habían logrado una hermosa casilla escalonada, con una ventana de vidrio, que dejaba ver a la imagen de una muñeca preciosa vestida de santa.
Pero al tiempo la construcción se convirtió en asiento de adolescentes adictos al paco . Los mayores del barrio decidieron ponerle rejas para pinchar los traseros de los que se quisieran sentar. El paco se mudó a otro lado. Luego de la limpieza de la casa de la virgen vinieron los grafittis en protesta de la discriminación. Los vecinos quisieron revestirla de azulejos, por lo que necesitaron más fondos. Se pidió a la Santa Sede que por medio de sus representantes terrestres colaboraran con la noble causa, a los concejales, comuneros, ediles, funcionarios municipales, intendentes y gobernadores que hicieran sus aportes como parte de sus campañas. Y se extendió el pedido a las asociaciones defensoras de los derechos humanos, protección del patrimonio cultural, defensa del consumidor, de los derechos del niño, y a las que luchaban en contra el genocidio, tortura y otras penas degradantes. Cuando por fin se reunió el dinero, ya habían pasado 20 o 30 años, y los ancianos del barrio no recordaban para qué se habían movilizado . Los jóvenes del paco, que a esa altura deberían haber sido adultos, ya no estaban, sólo sus nombres en los grafittis de protesta. Los pocos que quedaban decidieron usar la plata para otra cosa, porque revestir la gruta a esa altura era un sacrilegio.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Era èl o era ella


Era él o era ella, pero nunca podían ser dos seres. O era un él con piernas de ella o era una ella mirada desde un él, o un él mitad él mitad ella, o una sombra de ella-él, o de él-ella. O al revés. Pero siempre sus partes corporales en menjunje. Siempre en merengue de miembros, ensalada de extremidades.
Un día fueron preocupados al doctor, por tanto alboroto, y el profesional decidió acabar con el problema. Los sometió a quirófano, a intervención, no se sabe cuál fue la visión profesional, ni diagnóstico, ni sospecha, pero de la sala de partos, salieron tres.

Yo sólo pienso en el pobre Quijote



Tengo el cadáver de un mosquito
descansando en la pierna.
Y el calor agobiante
me resbala por la nuca y la espalda
en el tobogán de mi cuerpo
inclinado hacia delante.
El pizarrón herido de arma blanca
tiene cicatrices polvorientas
que fueron letras,
y que ahora me parecen parte
de un pitagorismo morfológico.
Y las aspas del ventilador peligrosas
emergen del silencio
para convertirse en eólica presencia
que con esencia de molinos,
molinos de vientos, no me llaman a luchar
sino que me invitan a escaparme y volar
lejos del aula, lejos de la humanidad,
Y yo sólo pienso en el pobre Quijote.

La foto es de una plaza en Sevilla pegada en un cuaderno mio.