domingo, 3 de mayo de 2009

Los padres tienen la culpa de todo



Mi padre es callado, un holograma. Se mueve por la casa sin perturbar el feng shui, las energías y las ánimas que de seguro se depositan en los techos. Su voz es la del televisor, porque cuando todos callan, sabemos que él está porque sentimos un partido o el noticiero de media noche.
Los hijos conocemos sus pasos, el ruido de sus pantalones rozar el piso, la manera en que abre los picaportes. Y cada vez que adivinamos que llega, nos damos cuenta que lo conocemos un poco más y eso nos hace felices.
Un examen de mi hermana nos deparó que yo tuviera que viajar a Buenos Aires sola con él.
Mi viaje fue silencio. Mi padre se comunicaba conmigo para enterarse de que mis necesidades estuvieran satisfechas. ¿hambre, sed, frío, cansancio, museos? Porque buen padre en la preocupación, es.
Una tarde de Museo, fuimos al Nacional de Bellas Artes. Comenzamos el recorrido yo por el simbolismo, él por el academicismo, pensando yo que en algún momento del paseo nos toparíamos aunque más no sea en la unión de las peores obras para él y las peores obras para mí. El cálculo matemático, aunque no impecable era posible. Si habíamos comenzado en sentidos opuestos, por la corriente que más nos gustaba y el museo era circular, era probable, era exacto que nos reuniríamos.
Escuché en mi caminata que mi padre recibió un mensaje de mi hermana, llorando por su examen. Mi hermana para él era esa morena debilidad. Lo supuse triste y quise acercarme pero entré al salón contiguo de donde había venido el sonido del teléfono y no estaba ni en la otra sala , ni en la siguiente, ni en la continua.
Un retrato de una mujer en el Río de la Plata, me miraba apenada. "Rio rio devuelme el amor mío".
Seguí por horas sus rastros, sin encontrar nada.
Me senté en las escalinatas. Me quedé llorando. Un policía me ofreció un vaso de agua, no lo quise, no quise nada. Odié ese mundo, ese mundo y ese destino de buscarlo, de nunca toparme con él, ni en mis peores obras, ni en sus peores obras.

2 comentarios:

Atte. Gonz@lo dijo...

Copacaravana, qué bueno que hayas aparecido de nuevo, y qué manera impecable de hacerlo. ¡Es tan kafkiano el padre que mostras en este texto!

Yo por mi parte, cambié de blog. Es de una estética diferente y planeo poner otro tipo de textos. Espero que te guste.

http://esalinea.wordpress.com

Ivy dijo...

me encantó tu post, muy sentido

la relación con los padres es siempre problemática, culpo a Freud :P

yo por mi parte tengo una relación muy cercana (pero no por eso menos conflictiva) con mi padre... soy una histérica de libro en ese sentido

saludos