domingo, 1 de marzo de 2009

Hacer negocios


Dedicados a los insensibles

Tocaron el timbre un día, unos chiquitos de unos 5 años. Pidieron lo que fuera para comer. Y como vi que eran niños, no se me ocurriò mejor que darles cucuruchos con dulce de leche. El segundo dìa volvieron con màs amigos.
Luego desaparecieron y supisimos, con los demàs habitantes de mi casa, que habìan crecido o se habìan dedicado a otra cosa.
Pasaron varias semanas hasta que un día apareció un pequeño preguntando si nosotros vendìamos helados de dulce. Tenìa ojos muy negros, y grandes, llenos de brillo y no paraba de moverlos ansioso, mientras esperaba una respuesta. No se me ocurriò mejor idea que decirle que sì y estirar la mano pidiendole la plata. Me preguntó el precio. Y yo, ¿què le podìa cobrar?. Le dije dame tres pesos y arreglamos. Me contestò que no tenìa, que sòlo podìa darme cincuenta centavos. Me lamentè, pero me puse firme y me neguè a aceptar. Ansioso me pidiò que lo esperara y se fue a pedirle a los demás chicos que estaban pidiendo unas casas más adelante, que le prestaran los 2 con cincuenta que le faltaban.
Yo no me movì, mostrando mi inquebrantable voluntad de hacer ese negocio.
Volvió corriendo y mostrandome unas cuentas monedas más. No llegaba al peso. Le dije que no, que en todo caso me entregara sus zapatillas. Pero en ese momento su mirada y mi mirada se desviaron a sus pies y ambos vimos que sólo llevaba una. Pensè un momento y le propuse:-dame esa zapatilla, pero como es la derecha que siempre se gasta más en los que no son zurdos, te va a acreditar solo 50 centavos más.
-¿y qué hacemos con el resto ? se impacientó él.
-vamos a hacer una cosa: te doy un crédito.
-¿Un crèdito?
-Claro,sólo tenés que firmarme un papel y listo, y tenès el helado y ni siquiera me das la zapatilla esa.
- Entonces ¿sólo firmo y ya?
-Exacto.
Aceptó. Yo traje corriendo un cuaderno de la casa para que pusiera sus datos.
Mientras el pequeño escribìa , pensè que si no me pagaba le cobraba el doble, el triple, el cuadruple, hasta quitarle todo.
Antes de irse, le di la mano y le pedì que me recomendara a sus amigos. La propaganda de boca en boca es siempre la más efectiva.

1 comentario:

Unknown dijo...

Ja...no te voy a comprar cucuruchos con dulce de leche nunca!, voy a hacer alfajores de maicena para hacerte la competencia!

Si...que duro, mierda.