domingo, 11 de mayo de 2008

Noche de cine


Noche de cine, noche extraña.
Caminamos con lucía por el centro hacia el cine, tenemos que llegar antes de que la película empiece, lo sabemos, pero lo olvidamos a medida que vemos las luces de la ciudad, la gente en las veredas, los autos con su ritmo propio, sin preocupaciones por ninguna película. Hablamos de la gente que conocemos, y de los que no pero, que también nos imaginamos que conocemos.
En la puerta del cine no hay nadie, mala señal. Justo antes de cruzar la calle para entrar, una señora me detine, en el momento que un pie ya está bajo el cordón y el otro en la vereda. Es una señora grande, me agarra del hombre, frenando mi impulso por largarme, y me dice con una voz muy desafinada : -¿Por qué no termina de matar esa ratita, para que deje de sufrir?- Digo que no asustada, y en un rápido travelling miro hacia el piso un veo un ratatouille ensangrentado, posiblemente atropellado. Todo es tan rápido que no llego a concientizar la imagen y ya estoy contandole a Lucía, (que ya cruzó) el espanto producido, el susto. Nos reímos.
Nos dicen que la pelicula empezó. Entramos y nos esperan Iván y Tina, sentados atrás hacia un costado, comiendo gomitas que hacen las veces de pochoclos, porque las pasan con la misma ceremonia.
Nos saludamos.
Película, algunos comentarios al margen. Un poco exaltados. termina y cuando nos estamos levantando un estruendo, nos asusta, es una señora a la que se le cae el paraguas. Nos reímos.
En la calle Tina e Iván nos cuentan el comienzo de la pelicula. Indispensable. Despues Ivan se pierde en divagaciones de lo que le gustaría tener los dientes bien desordenados, acumulados, como el bateriata de Nirvana.
Me voy contenta, sola, después de despedirme, pensando que la vida no es tan predecible después de todo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La calle se dividió en 4 partes. Vi que entraron diferentes historias y se sentaron en el cine. La película era un delirio interesante, pense que las 4 historias en este caso adquirieron un caracter tautológico.

Me demostraron que no ahora.
Una de esas historias fue testigo y por suerte escribió sobre lo que pasó, esa mujer a pesar de su locura tenía buenas intenciones: matarme.

(los flashes de media noche de Lu jaja, un beso Dany)