Odio la facultitividad de entrar a clases aburridas, odio el patetismo de los cumplidos que llegan temprano y se sientan primeros, oyen a los profesores, escriben sus apuntes y salen luego de dos horas, con la sonrisa del satisfecho, contentos por sentirse dueños de una parte de la verdad que vive en los pisos de las universidades.
A mí me gusta llegar tarde, dejar al azar si puedo entrar o no. Escucho si se lo merece el orador, otras veces dibujo, pienso en mi día, filosofeo, o convierto la clase en una imagen de clase. Veo su composición, su equilibrio interno, los hilos invisibles de las marionetas que asienten, o de las que agachan la cabeza para escribir. Veo gruas, que estiran sus cuellos y los retrotraen, jirafas y tortugas.
Si algún celular deja sonar su chicharra pienso que estamos en la jungla donde los insectos y los mosquitos emiten luces de sonidos.
Después analizo los bancos que si están escritos con huellas de nombres o frases se convierten enn grafitis encerrados en muros; y un laberinto me conduce al centro , y luego viro al fondo a la derecha y allí hay un baño y en sus puertas un consultorio gratuito para las mujeres con mal de amores que dejan sus preguntas en las puertas talladas.
2 comentarios:
La leo y huelo a Roberto Art en sus líneas; un Aguafuerte tucumana, en este caso, y del siglo XXI. Buenísimo, amerita un Blog que condense sólo estás visiones. Le tiro la idea, si quiere podemos laburar en ello.
Saludos desde el más acá...
Ergo: Me gustó la idea de un blog conjunto, me parece hermoso construir una casita de dos aguas, con la gente que tiene que convivir con esas visiones callejeras que tienen la mania de convertirse de imagenes a textos mentales. Creo que somos muchos los que sufrimos ese tipo de asaltos urbanos, por lo que formar un club, o una casita en blogers me pareció una linda manera de acompañarnos y de hacer frente a este tipo de trauma colectivo. Lancemos la invitación formal, a todos los que se sientan identificados.
Saludos
Publicar un comentario